Situado en las fronteras del Norte de África, no lejos de las costas europeas de España y Portugal, se encuentra un país de increíble encanto: Marruecos. Una tierra de rostro cambiante, caracterizada por montañas y desiertos, verdes jardines y majestuosas cordilleras, dunas de arena dorada y campos de argán. Aquí podrás visitar antiguas ciudades imperiales, pasear por terrazas panorámicas, pasar noches en el desierto, dejarte hechizar por los colores y geometrías del “zellige”, los mosaicos que adornan edificios y monumentos, y disfrutar de delicias culinarias únicas. Aquí tienes algunos consejos para que disfrutes plenamente de tu estancia antes de partir para tu primer viaje a Marruecos.
Antes de emprender tu primer viaje a Marruecos, asegúrate de que tu país está en la lista de países exentos de visado. De hecho, para entrar en Marruecos se necesita un pasaporte con una validez mínima de seis meses a partir de la fecha de entrada. La moneda que circula en Marruecos es el dírham marroquí, que debe cambiarse al llegar al país, ya que es una “moneda cerrada” que no puede circular fuera de Marruecos. Para convertir dinero en la moneda local, se puede acudir a los mostradores de cambio del aeropuerto y de las ciudades o sacar dinero de los cajeros automáticos, asegurándote de tener una tarjeta de crédito aceptada. En cuanto a vacunas y profilaxis sanitaria, no se requiere ninguna para unas vacaciones en Marruecos.
Aunque Marruecos no tiene código de vestimenta, es un país musulmán y, por tanto, es importante respetar sus creencias. A ello se suma el clima, que varía mucho de unas zonas a otras: mientras que la parte costera es suave todo el año, el interior es frío en invierno y muy caluroso en verano. Por ello, como norma general, es preferible llevar ropa cómoda, opaca y poco llamativa. Para ir de compras en Marruecos, la palabra clave es: regatear. Es una auténtica práctica cultural negociar el precio de un producto con el comerciante. Pero cuidado, no es tan fácil como parece: regatear es todo un arte.
A Marruecos se puede llegar fácilmente en ferry desde algunos de los puertos más importantes de Italia, como Civitavecchia, a poca distancia de Roma, y Génova, en el norte de Italia; desde España, desde la costa este ibérica embarcando desde el puerto de Barcelona y desde la costa sureste desde Almería; y por último, desde el puerto de Sète, ciudad de Occitania, en el sur de Francia. Si deseas visitar Marruecos y perderte en su atmósfera de ensueño, gracias a nuestro comparador en línea podrás hacerlo en unos pocos clics y al mejor precio.
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Ondřej Havelka (cestovatel), Wikimedia
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